lunes, 10 de septiembre de 2018

PILLAJE DE PRODUCTORES DE "EL DÍA DE LA UNIÓN".

Pruebas del robo de la marca "1985" que, con la complicidad de las autoridades de IMCINE y CIEFICINE, perpetraron Cine Teté, S.A. de C.V., junto con VIDEOCINE y Kuno Becker, en perjuicio de la titular de la marca y autora del proyecto "1985", Jeanette Russ Moreno.




1.- Los siguientes 2 documentos prueban que tanto en la oficina de Eficine en la Secretaría de Hacienda (8-may-2013), como en la oficina de Jorge Sánchez Sosa, director general de Imcine (21-ene-2013), fueron recibidos documentos del proyecto "1985" perteneciente a Jeanette Russ Moreno y que, por tanto, sabían que ella es la autora y titular de la marca 1985.



2.- En el Diario Oficial de la Federación publicado el 29 de febrero de 2016, aparece la lista de proyectos aprobados por Eficine para el ejercicio de 2015. Entre ellos, con el número 21, figura el titulado "1985" con un estímulo total de $16,000,000.00 entregado a la empresa Cine Teté, S.A. de C.V. que, obviamente, no es dueña de la marca "1985" pues pertenece a Jeanette Russ y de lo cual el Imcine y la oficina del Eficine ya estaban enterados.






3.- Constancia del IMPI que prueba que Jeanette Russ es titular de la marca "1985", que registró (en 2009) antes de que Eficine autorizara el estímulo a Teté Films.


4.- Contrato de opción en el que Kuno Becker, cede los derechos de su guión "1985" a Cine Teté, S.A. de C.V., el 29 de enero de 2015, registrándolo en Indautor el 19 de febrero del mismo año, y que indica que Videocine es coproductor. El número de registro del contrato en Indautor es: 03-2015-021911314100-03.




5.- Pero resulta que ese guión de "1985" que Kuno Becker vendió a Cine Teté y a su coproductor Videocine el 29 de enero de 2015, ya Jeanette Russ lo había presentado a Videocine, con el mismo título de "1985", desde antes de marzo del 2008, siete años antes de la cesión de Becker. La prueba de ello es la carta que le envíó Mineko Mori, entonces funcionaria de Videocine, a Jeanette Russ, el 26 de marzo de 2008, en la que hace constar que recibieron dicho guión de Jeanette, que lo revisaron y que estaban interesados en distribuirlo una vez que ella lo filmase. He aquí la carta:




En el minuto 2 con 10 segs., Kuno Becker confirma que la inversión en su película fue realizada en una mínima parte (16 millones) por el estímulo fiscal Eficine 189, y en gran medida por TELEVISA.












sábado, 25 de agosto de 2018

EL CRÍTICO Y MAESTRO JORGE AYALA BLANCO AFIRMA QUE PARA ENDEREZAR AL CINE HAY QUE AFECTAR INTERESES, PERO EVADE NOMBRARLOS.


por Javier Oteka

En entrevista para Yanet Aguilar de El Universal http://www.eluniversal.com.mx/cultura/para-enderezar-al-cine-hay-que-afectar-intereses , Jorge Ayala Blanco encuentra "chistoso" que el pesadísimo paquete de la nueva administración en materia de cine va a estar —según profetiza con seguridad— en manos de una exalumna del CUEC formada en los primeros 55 años que este centro está celebrando.

Ayala dice que María Novaro fue su alumna durante cinco años y que le parece una persona finísima, que respeta enormemente y que le parece una mujer muy talentosa que tendrá en sus manos el reto de prácticamente rescatar toda una cinematografía. Agrega que el reto consiste en rescatar una industria que fue extraordinariamente fuerte y que ahora se la ve hecha pedazos; que puede producir 175 películas (al año) "de manera casi artificial" para que se vayan al matadero en la cartelera comercial.

A la pregunta de cómo resolver el problema de la exhibición, Ayala responde que le parece fundamental que a María Novaro no le van a platicar el problema, sino que lo ha vivido y lo está viviendo hoy, hoy, hoy, con su película Tesoros, que califica de extraordinariamente fina, pero que no pasó a la cartelera sino que sólo se exhibió en la Cineteca Nacional (y en la Casa del Cine), que es el gueto del cine de arte. Ayala precisa que si bien es un circuito extraordinariamente valioso, no es a lo que aspiraba esta película, y se pregunta sin responderse cómo lograr realmente resucitarlo, hacer que el cine mexicano no se pierda, que las películas tengan realmente la vida que merecen tener, que lleguen al gusto del público. Cómo lograr eso, se cuestiona el maestro y apunta: Eso es el gran reto.

¿María podrá hacerlo?, le inquiere la reportera. Ayala Blanco entra al campo de su fe y de su credo, para responderle (y responderme a mí y a CineDenuncias) que él cree que los últimos tres o cuatro directores del IMCINE no son pillos, no son la mafia del poder, han sido gente de buena voluntad, pero que (los pobrecitos) llegaron muy maniatados y (los ineptos) llegaron hasta donde podían llegar. Ayala añade que el problema es que tantos intereses van a poder afectar la nueva administración del cine, y que no se trata solamente de ser un buen administrador, no se trata sólo de ser un visionario del cine mexicano, sino que también, la palabra clave es, para poder enderezar al cine mexicano, hasta dónde va a poder afectar intereses creados, y que quizá esto se tome varios sexenios.

Precisa que si por tantos años el cine mexicano se ha venido estrellando en la cartelera, en parte es debido a que la industria está llena de gente que no le interesa recuperar la inversión porque ganaron dinero haciendo la película gracias al estímulo fiscal, todo el mundo lo sabe —asegura— que el truco es que no necesitas siquiera exhibir tu película para recuperar la inversión porque ya ganaste haciéndola. Ese es el truco de los productores. Es bastante triste —dice— pero se llegó a eso. Enderezar eso es una tarea titánica. Yo quiero mucho a María —finaliza Ayala— pero no me gustaría estar en su pellejo.

* * *

Lamento tener que oponerme y cuestionar a Jorge Ayala Blanco, quien fuera uno de mis maestros en el CUEC, pues más que desde el cerebro está hablando desde el mondongo, y colgándose de esta apología a su alumna para publicitar sus libros que, por cierto, le son subsidiados mediante recursos públicos y por tanto tampoco le ha de importar mucho, como a los productores de cine que critica, que se vendan en circuitos comerciales pues él ya ganó por escribirlos a diferencia de la mayoría de los escritores que sólo cobran un pequeño porcentaje de las ventas.

Para dirigir con éxito al IMCINE, no basta -como Ayala afirma- ser una mujer finísima y muy talentosa, y tampoco es suficiente conocer y haber vivido el problema de la exhibición en carne propia; tampoco es válido relativizar la importancia de ser un buen administrador.

Lo que definitivamente no es aceptable para quien dirija al IMCINE, es tener evidentes conflictos de interés con el actual director de este instituto gubernamental, quien es padre de la hija de María Novaro y productor de por lo menos tres de sus películas. Tampoco basta que Novaro haya vivido el problema en carne propia, y más cuando ni siquiera en el caso de su propia película Tesoros, Novaro supo y pudo resolver el tema de su distribución y exhibición. ¿Cómo entonces podrá ayudar a solucionar el problema al resto de los productores? Y no se trata de una fatalidad sistemica el que ella haya fracasado, porque el hecho probado es que hay otros productores que sí lo han logrado, que han sabido acercarse a una distribuidora y exhibir sus películas en salas comerciales y, algunos, hasta teniendo un relativo éxito en taquilla. Pero ella, la "fina y muy talentosa" Novaro, no logró hacerlo.

Por otro lado, el maestro Ayala peca de ingenuidad y hasta de ignorancia, cuando exculpa a los tres o cuatro últimos directores de sus irregularidades y actos de corrupción, toda vez que hemos publicado innumerables evidencias obtenidas principalmente a través del INAI y, sobre todo, cuando el propio Ayala acusa a productores de hacer negocio con los recursos públicos que les dan el IMCINE y sus fondos, sin importarles que sus películas lleguen a las salas. Si esto ocurre, Jorge Ayala, es porque el IMCINE se hace de la vista gorda, porque manda hacer auditorías a modo para no evidenciar los desvíos de fondos y los hurtos, porque con la opacidad en el manejo se hace su cómplice; para que al negar la transparencia de los registros contables, se cubran las partidas infladas que tapan los moches y los robos en el ejercicio de los presupuestos.

Realmente es una vergüenza que Ayala Blanco sea tan convenenciero y diga tanta barbaridad desde la tripa. Es muy decepcionante que se sume a las filas de esa mafia del poder, aunque con dolo se empeñe en negar su existencia.

JORGE AYALA BLANCO PERECIÓ COMO CRÍTICO PARA REENCARNAR COMO PROPAGANDISTA DE NOVARO Y DE LA MAFIA DEL PODER.

FIRMA AQUÍ PARA DECIR NO AL NOMBRAMIENTO DE MARÍA NOVARO AL FRENTE DEL IMCINE:
https://www.change.org/p/andr%C3%A9s-manuel-l%C3%B3pez-obrador-y-alejandra-frausto-guerrero-novaro-y-s%C3%A1nchez-pareja-y-socios-para-perpetuar-corrupci%C3%B3n-y-mafia-del-poder-en-imcine

martes, 6 de marzo de 2018

EL TERGIVERSADO Y DIABÓLICO AMOR DE GUILLERMO DEL TORO EN LA FORMA DEL AGUA.

Por Javier Oteka

La estética de la monstruosidad no es un invento de Del Toro. Está presente en la narrativa de las más antiguas mitologías y profecías. La diferencia es que Del Toro, mediante sus pactos, le ha abierto las puertas de su expresión al diablo, quien disuelve, en conmovedora pero sólo aparente belleza, la frontera entre el bien y el mal.

Diametralmente distinto es el tratamiento de la bestia en el Apocalipsis de san Juan, que el del monstruo anfibio de La Forma del Agua de Del Toro. Motivado por el espíritu de las tinieblas, Del Toro tergiversa el orden de la creación, pretendiendo con gigantesca soberbia recomponer el diseño de Dios.

Con su estética de la monstruosidad busca conmover y convencer al mundo de la "belleza y la bondad" del demonio. 

La revelación nos dice que Luzbel, después Lucifer, era el ángel más bello creado por Dios, pero que por su propio albedrío, quiso ser como Dios y someter a él la creación del Artista supremo. Del Toro quiere borrar de un plumazo la realidad de la caída (que el maestro Wim Wenders comprende con lucidez), y presentar lo monstruoso, lo representativo del mal, como bello y bueno.

Para Del Toro, auto instituido en el artífice de su propia creación, el demonio -o sea su monstruo- no es el malo, sino los hombres, por lo menos algunos de ellos. Para este cineasta, quien salva es el demonio disfrazado de monstruo anfibio humanoide, un dios "fundamental" capturado en el Amazonas (símbolo de un infierno en la Tierra, paraíso de la magia negra y la brujería). Esto lo sitúa en medio del campo de las religiones. 


Del Toro seguramente sabe de la fortuna que acumuló Tom Cruise con su pseudo iglesia de la Cienciología. Hubbard, su fundador y creador de la dianética, dijo: "Quiero instituir una religión, ahí es donde está el dinero". 

Y la de Del Toro es otra más de las religiones del new age y la posverdad que hoy está volviéndose objeto de culto de su fanaticada, con el apoyo económico del murciélago trasnacional que ha adoptado a su tequila entre sus marcas, para fortalecer el sustento mundano de esta tergiversada idolatría. De ahí que el mexicano expatriado y anglo transculturizado, invierta tanto en que se le reconozca una mexicanidad que no tiene su obra

Estos negociantes conocen perfectamente las artes y las ciencias de la manipulación, saben que detrás de un fanático siempre se esconde un "yo" frustrado, tal y como lo estudia Federico Javaloy Mazón en su tesis doctoral Psicología del Fanatismo.


Del Toro declara que su película La Forma del Agua nos presenta una historia de amor. Pero, en la lógica de signos que componen su lenguaje, no se trata realmente de un amor, quizá sí de una compasión por el engendro atrapado y sufriente, como el demonio sometido en ese periodo de los mil años que relata el Apocalipsis y que, acaso, a la ninfómana y parafílica Elisa Esposito le urge desatar.

El que ilustra Del Toro es la apariencia de un amor, uno tergiversado, que para justificarse debe encarnar en una parafilia, una perversión que los psiquiatras de hoy han deslactosado en el lenguaje de su catálogo de enfermedades mentales.



* * *

Una nota de Ulises Castañeda en La Crónica de Hoy:

http://www.cronica.com.mx/notas/2018/1068155.html

martes, 27 de febrero de 2018

LA PUBLICACIÓN DE OTEKA POR LA QUE FACEBOOK INHABILITÓ SU CUENTA.

¿DÓNDE ESTÁ LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN MÉXICO?
Ésta fue la publicación que Javier Oteka hizo en CineDenuncias... 


... que detonó la inhabilitación de su cuenta en Facebook, 
sin aviso previo, a unos días de la entrega de los Óscares
en los que La Forma del Agua, del director Guillermo
del Toro, acusado por plagio, tiene 13 nominaciones.



martes, 2 de enero de 2018

LA FÓRMULA ANTI INDUSTRIAL DEL EFICINE.

ENRIQUECER A PRODUCTORES Y A FUNCIONARIOS PÚBLICOS A COSTA DE EMPOBRECER AL PUEBLO DE MÉXICO, HA SIDO LA FÓRMULA ANTI INDUSTRIAL DEL EFICINE DESDE EL 2006.


por Javier Oteka

Al Secretario de Hacienda le corresponde presidir
al Comité Interinstitucional del EFICINE.
Los otros dos miembros son la Secretaria de Cultura

y el Director General del Imcine.
El artículo 226, hoy 189, de la Ley del Impuesto sobre la Renta, fue diseñado -supuestamente- con la idea de fomentar el desarrollo del cine mexicano mediante un incentivo fiscal a la producción de películas que permitiesen hacer y consolidar una industria nacional.

Esto no se ha logrado.
¿Por qué?
Porque la razón de fondo fue la de crear un sistema de clientelismo para que los productores y creadores no se salieran del redil y mediante el maiceo -suministrado por empresarios autorizados por funcionarios públicos- se mantuvieran dóciles y hasta cómplices del sistema que facilita la penetración en México de la industria cinematográfica estadounidense. ¿Cómo es que este estímulo fiscal funciona?
Para recuperar sin intereses la inversión de una película mexicana que logra exhibirse en salas, es necesario que ingrese en taquilla unas 8 veces lo que se invirtió para producirla.
Pongamos como ejemplo "Cuando los hijos regresan". Recibió del Eficine cerca de $18.2 millones de pesos. De acuerdo con las reglas de operación, dicho incentivo no puede ser superior al 80% del presupuesto de producción, de modo que esta película tuvo que tener autorizado un costo mínimo de $22.75 millones. El 20% restante debe aportarlo el productor, lo cual casi nunca sucede ya que generalmente se presentan los presupuestos inflados.
Para recuperar la inversión en su corrida de estreno, casi dos años después y sin intereses ni ganancias, tendría que haber ingresado en taquillas un mínimo de 190 millones de pesos.
Pero únicamente ingresaron 45 millones de pesos en taquilla (al término del 2017), de los cuales tocaron al productor, en el mejor de los casos, 6 de los 22.75 que se invirtieron en producción. Los 39 millones restantes en taquilla fueron para pagar los impuestos y los costos de exhibición y distribución.
En rigor contable, si el productor recupera 6 de los 22.75 millones invertidos, sin incluir intereses financieros, lo que le quedan son 16.75 millones de números rojos. Pero como el incentivo fiscal es a fondo perdido, en vez de pérdidas lo que le queda al productor es una enorme ganancia contable extraída de los impuestos que pagamos los mexicanos y no de un éxito comercial de taquilla.
Para que esa ganancia (pérdida) contable se convierta en ganancia real generada por el mismo proyecto (y no por otros proyectos que ilegalmente la conviertan en gastos deducibles), es necesario que la película logre mayores ingresos en salas y en otras ventanas, lo cual ha sido prácticamente imposible, ya que este tipo de productores no cuentan con el capital necesario para invertir en promoción y publicidad, y el Estado tampoco los incentiva en esta área de manera suficiente. Y los distribuidores se excusan y no le invierten, argumentando que la calidad de estas películas nacionales no está a la altura que se requiere para competir contra las gringas.
Así que el resultado de este mecanismo fiscal ha sido el de incrementar una producción chanchullera sin posibilidades reales de que atraiga la cantidad necesaria de público para recuperar semejantes montos de inversión.
Producción chanchullera porque los productores -en complicidad con sus proveedores técnicos, artísticos y de servicios- por lo general han optado por robarse lo más que pueden de esos incentivos, en vez de invertirlo en sus películas, obviamente con la anuencia de los servidores públicos y miembros "honorarios" de los comités que impunemente han lucrado con los multimillonarios moches y privilegios malhabidos.